24/11/13

HISTORIA, OFICIAL E HISTORIA VERDADERA

Hoy  más que nunca,  vivimos de héroes y villanos en lo que se refiere a nuestro conocimiento del pasado de nuestra nación e incluso de nuestra identidad nacional,  porque nos basamos en lo que hizo cierto personaje para realizar o excusarnos de ciertos comportamientos actuales.
Sin embargo, la llamada historia de bronce, ofrece muchas anacrónicas y muchos sofismas  y  hasta incoherencias, los mexicanos, hoy en día depositamos nuestro nacionalismo, en fechas que no marcaron para bien al país, al contrario, lo destruyeron, pero la gran interrogante es ¿Quién tiene la culpa?,  ¿El pueblo por ser borrego y festejar lo que otros?  ¿O el gobierno por abusar del poder?
Observamos que entre más pase  el tiempo, a la gente se le olvida de donde surge el grupo  que gobierna oligárquicamente al país, vemos que caemos en sus mentiras y en sus   discursos  que intentan disfrazar  el maquiavelismo político, la historia es la defensa de todo pueblo, porque de ella  se  valora el origen y  desarrollo de las sociedades presentes.
La historia se encarga si bien es cierto del hombre en sociedad a través del tiempo, debemos empezar a ver desde la microhistoria, porque es a partir de ella que la microhistoria puede hacer su labor investigativa, es desde el singular que se llega al universal.
Una autentica historia, tendrá que basarse a partir del esfuerzo de conjunto que  se hizo para que el hecho histórico, se produjese, de modo tal que todos los involucrados, tengan parte  y que se les de crédito, a final de cuentas de alguna u otra forma, defendían una ideología que creían era correcta y a final de todo, el hombre busca la mejor  idea para su vida y  su entorno.
El decir que uno es héroe y el que lo combatió es un villano, es una injusticia, porque solamente vemos la historia de los vencedores, pero jamás de lado de los vencidos, con esto voy a que tenemos que ser sincrónicos en el hecho histórico y en la historia misma, no podemos jamás  expresar nuestra subjetividad o emociones ante tal o cual evento del pasado.
La historia hoy más que nunca debe de quitar esos fantasmas del maniqueísmo  de la cual se ha visto secuestrada, para justificar la presencia de grupos en el poder, o peor aún para poder  tener la conciencia del pueblo  como  lo dice el dicho romano “Pan y circo”.
La crisis de identidad que vivimos como nación es grave, al grado tal de solo reconocer algunas acciones y olvidarnos de otras,   el cielo y el infierno históricos, me parece que en esta ciencia esto es lo que menos se puede permitir.
Como dicen algunos historiadores, no existen los héroes y villanos, solamente los personajes de ciertos ideales, no hay vencedores ni vencidos, solamente pluralidad de pensamientos, que al converger en los momentos históricos, ocasionan fricciones y dichas fricciones muchas de las veces  terminan en conflictos armados.
La historia de bronce, nos ha hecho mucho daño, no por lo que contiene, sino por quienes la modificaron, quienes  quisieron borrar de la memoria, nombres y personajes, que por el simple hecho de no entrar en su ideología  se merecían el olvido y el destierro.
Hoy ante tanta problemática nacional, es necesario que  surjamos más historiadores comprometidos con la ciencia y  más con la verdad, que   seamos éticos y transparentes en las investigaciones pero que sobretodo no nos dejemos vender por los intereses particulares, para escribir tontería y media, porque de esto  ya hay de sobra.
Necesitamos, hacer de la historia una ciencia que pueda aportar más hasta la última gota de verdad, exprimirla, para poder realizar las mejores acciones en el presente y construir un mejor futuro.
Hoy los héroes que nos ofrecen ya no valen, ya no se pueden sostener, porque, los actos de los grupos poderosos ya no hacen coherencia, prueba fundamental, para salvar la historia de estos mal manejos a conveniencia.
Hoy hay que rectificar  la manera de ver la historia como algo aburrido y muerto, hay que hacer ver que es una ciencia viva y que hoy late más que nunca, que hoy necesita una transformación radical, desde su enseñanza  hasta su  aplicación.
La historia de bronce está cayendo por su propio peso, porque las mentiras terminan por llegar a un punto donde ya no se pueden  soportar a sí mismas.
Para ser claros, no necesitamos más Hidalgos que dividan con el odio y el rencor, necesitamos Iturbides que  miren por el otro en la unidad de ideas, solo en  ese sentido podemos tomar ejemplos de personajes, mas no podemos tomarlos como  para justificar  nuestras acciones presentes,   al tocar este punto, recuerdo muy bien lo que en la secundaria se decía, “ se estudia la historia, para que en un futuro no se vuelvan a cometer esos mismos errores”, y creo que esta frase tiene algo de razón, por lo arriba expuesto,  ya que tenemos que tomar, lo más objetivamente posible los acontecimientos sucedidos en la temporalidad.
Porque la vieja práctica del maniqueísmo es lo que  destruye  el trabajo de años de personas que con esmero buscan la verdad, esto está reflejado en  la dualidad que se ha inventado, un  abismo profundo entre el heroísmo y la villanía,  juicios injustos a aquellos  personajes que ante todo fueron, simplemente hombres.
Justicia para los olvidados y  menos alboroto a personas que no hicieron nada extraordinario más que luchar por lo que creían,  tal vez sea extraordinario porque hoy en día faltan personas que sean valientes de luchar por lo que creen dejando a un lado el que dirán.


Sirhistory 

1 comentario:

Unknown dijo...

Tiene razón al decir que debemos ser objetivos al analizar la historia, sin importar nuestra filiación.